El 6 de octubre se celebraba en Logroño el Campeonato de España Master de Maratón. Allí acudió nuestro compañero Leopoldo Sánchez, lleno de ilusión, con muchas fuerzas y con un objetivo muy ambicioso.
¿Cómo terminó todo? Os pasamos su relato… merece la pena leerlo.
Había preparado esta carrera, a conciencia, con ilusión y sin ningún tipo de lesión ni contratiempo.
Al recibir la lista de inscritos, e "investigar" su historial, vi que los rivales eran de gran nivel; uno el campeón de España del pasado año y con un gran historial en todas las distancias, otro había sido subcampeón del mundo de maratón M60, etc por citar sólo dos ejemplos.
Mis opciones no eran muchas, pero al menos intentaría hacer podio.
Con ayuda de mi entrenador Regulo, definimos como tiempo objetivo una gama entre 3h 35' y 3h 40' y la estrategia de salir suave, luego en función de las sensaciones aumentar el ritmo.
Llega el día y la hora de la verdad, ya en el cajón de salida hablo con mi amigo y competidor Manolo Rico, que somos de la misma categoría y aprovecho para contactar visualmente con el resto de competidores, para tratar luego de controlarles, dentro de lo posible.
Pistoletazo de salida, me orillo un poco para dar paso a los más rápidos, trato de no perder mucho de vista a los 3 favoritos de mi categoría, pero salieron muy fuertes y ya antes de la mitad del primer km les pierdo de vista.
Miro mi pulsómetro, y veo que voy a un rimo 15-20" más lento de lo previsto y las pulsaciones muy altas para ser el inicio y a ese ritmo.
“Paciencia me” digo, trato de localizar los puntos de paso por el km 2 y 3, para comprobar el ritmo real, comparado con los datos de mi pulsómetro, pero no consigo ver los carteles.
Pienso que quizás no estarán indicados km a km, quizás solo de 5 en 5, pero cuando mi pulsómetro me decía que estaba cercano al 5 tampoco consigo verlos.
Malas sensaciones, pulsaciones altas, ritmo muy lento y para colmo no puedo chequear el funcionamiento de mi pulsómetro, me encuentro perdido....
En un cambio de giro a 180 grados, sobre el km 5-6 veo que uno de los favoritos de mi categoría, me lleva unos 3 min y otro aproximadamente 1.
Sigo con malas sensaciones, y sin ser capaz de localizar las indicaciones de los puntos kms.
Aproximándome al km 10 pongo especial atención a un lado y a otro, y de repente la gran sorpresa, donde esperaba ver km 10, veo Km 11, Aleluya !! No voy mal, al contrario!! Hago un rápido cálculo mental y compruebo con gran satisfacción que algo falla con mi pulsómetro, porque en lugar de ir próximo a 5':30"/km, voy en realidad a unos 5' (demasiado rápido) y eso justificaría las pulsaciones altas, subidón de moral !!
Bajo el ritmo y trató de aproximarme a los 5':10", alcanzó a un corredor M 65, al que acompaña su hijo, pregunto el ritmo y me dice que el objetivo es 5'/km, ahora todo encaja, y como es un poco rápido para mí, les deseo suerte y bajo un poco el ritmo.
Enseguida me pasaría la liebre de 3:30 todo va bien ahora.
Llego al primer avituallamiento personal, en el km 15, recojo el gel y la botella de agua, y mi mujer me informa que el primero me lleva 3' y el Segundo 1' sigue el subidón !!
Sigo así un rato hasta que empiezo a notar una ligera molestia en el isquio de mi pierna derecha (la misma molestia que tanta guerra me dio durante el entrenamiento de preparación para los 100 de Santander).
De repente veo km 18, mi pulsómetro debería marcar, poco más de 16, pero me marca casi 17, tampoco me encaja, es como si después del 11 habría empezado a marcar bien, pero con un desfase constante de 1 km ??, comprobaré en sucesivos puntos kms.
Sobre el km 26, en la zona de los cambios de giro, veo que le saco al tercer favorito, unos 30", pero noto que las fuerzas empiezan a flojear y las molestias en la pierna derecha aún son soportables pero aumentan poco a poco..
Bajo el ritmo un poco y sobre el km 28 me pasa el tercero...
Entre unas cosas y otras empiezo a darle vueltas al bolo y a pensar que el temible "muro" esta vez me ha llegado demasiado pronto.
Son momentos difíciles, las fuerzas (y la debilidad mental, sufrir para no estar seguro de poder terminar), hacen estragos.
Malos pensamientos, miro de nuevo a mi pulsómetro, al que en ese momento odio, me dice que me acerco al 29 (pero ya no le puedo hacer caso), veo que estoy llegando a un control de avituallamiento y sin ser lo suficiente reflexivo ni tenaz decido parar.
Informo a los del avituallamiento que abandono, me indican que me dirija a una rotonda próxima donde habrá una persona de la organización o un policía, que llamaran al servicio de recogida de abandonados.
Cuando estoy esperando a que pasen a recogerme, veo que realmente estoy en el km 31 en lugar del 29 que indicaba mi pulsómetro...
Son solo 2 kms pero luego ya en el coche pensé, de haberlo sabido y pensado bien, ¿habría valido continuar? Difícil respuesta en ese momento...
Mayor intriga y arrepentimiento, la tuve unos minutos más tarde, cuando el chófer del coche de la organización que pasó a recogerme se para para dirigirse a un corredor que iba andando, casi deambulando, y le pregunta si se encuentra bien, le dice que sí y que no quiere ayuda, nueva sorpresa era el tercero de mi categoría que me había pasado antes...
El chófer me deja en el km 36 que es donde estaría mi mujer, y de nuevo más sorpresas, estaba esperándome impaciente para informarme que el primero y favorito (de mi categorías claro) había abandonado....
El primero había abandonado, el tercero venía tocado, nuevo sentimiento de cabreo conmigo mismo por haber arrojado la toalla tan a la ligera.
No he sabido aguantar.
No he sabido sufrir.
No he sido un auténtico maratoniano.
Esta vez el sufrimiento no ha terminado en la línea de meta.
Estos sentimientos eran de ayer (domingo), esta mañana he estado tratando de analizar, porque mi pulsómetro, que siempre me ha marcado bien (excepto en la pista de Anoeta por los giros) me daba un error tan grande (próximo al 10% en algunos momentos) y funcionaba correctamente en otros, y veo que en la primera parte del circuito, especialmente entre los kms 3 (24) y 8 (29) hay varios giros a 180 grados que, estoy convencido han sido el motivo de los errores del pulsómetro y en consecuencia ha tenido su influencia negativa en mi rendimiento (y quizás también en el de mis competidores), sus tiempos también son muy inferiores comparados con sus marcas, lo mismo que el abandono del favorito y gran atleta Antonio Mohedano.
Si alguien ha sido capaz de leer semejante "rollo" ruego me perdone (es más le diría tienes más aguante leyendo que un maratoniano corriendo), que nadie piense tampoco que ha sido una justificación, no es esa mi intención... sólo he querido expresar mis sensaciones y experiencia, tal y como las he vivido.
Y para terminar, ahora ya en lo único que pienso es en descansar unos días, seguir entrenando y empezar a planificar la próxima temporada.
¡Un abrazo Leo de parte de la familia Donostiarrak!