Running popular.
Y triatlón, montaña, natación, etc.

En época de confinamiento el día nos da para mucho… para leer, cocinar, hacer labores de casa, incluso para escribir… y eso es lo que ha hecho nuestro tesorero del club, escribirnos un artículo muy bonito en un momento de inspiración (uno de tantos que tiene él, como bien sabemos todos los que le conocemos)… y es que, la verdad sea dicha, en él (José Ángel Bernal) tenemos un tesoro. Y cómo no, os queremos hacer partícipes de esta iniciativa. Si tenéis algo que contar (lo suyo sería algo relacionado con el mundo del running), alguna experiencia, anécdota, sugerencia… no tenéis más que escribirnos (donostiarrak@donostiarrak.com) y lo compartiremos entre todos los socios… ahí tenéis un nuevo reto y una nueva distracción para estos días especiales que estamos viviendo.

Os comparto el artículo de José Ángel Bernal… “Y… 195 metros

Entre los profanos del running hay una cierta tendencia a anteponer el apelativo de maratón a cualquier carrera que al interlocutor se le antoje larga. Así, no es raro que a uno le digan, ¿vas a correr la maratón de la Behobia? y ¿la maratón de 15?.

Oye, que no es por quitarle mérito alguno a otras distancias, por supuesto que no, porque los que nos dedicamos a esto de correr sabemos muy bien que cada distancia tiene su dificultad y, sea cual sea la distancia elegida, disputada a tope le lleva a uno al límite; ¿o no?. Pues eso.

Ahora bien, a donde quería llegar: resulta que has corrido el maratón de… de donde sea y lo comentas con un conocido. Es bastante común que este te diga: pero, ¿maratón de 42 kilómetros?. Ante esa pregunta, invariablemente suelo responder: sí; y 195 metros (en tono jocoso, claro está).

Entonces tu interlocutor te mira como si fueras un poco tiquismiquis. Qué más dará 42 km que 42 km y unos metros.

Bien, he de reconocer que parece casi lo mismo. Que en esos últimos 195 metros a nadie en su sano juicio se le ocurriría retirarse por cansancio. Sólo aquél que cae totalmente noqueado se retiraría. Pero oye, ¡hay que correrlos! y es más, reconoceréis que en esos últimos 195 metros ocurren muchas cosas…

Cosas como las que le han ocurrido a algunos compañeros del Club, (uno de ellos de apellido muy próximo al mío), que habiéndose preparado en toda regla para bajar de 3 horas, la marca se les escapa ¡en esos 195 metros!: ya dentro de la pista el cronómetro hace bip-bip y adiós sub tres esta vez.

Cosas como las que hemos visto en ocasiones por televisión, imágenes épicas y a veces incluso patéticas, en la que una atleta, totalmente deshidratada se va al suelo y en esos largos, larguísimos 195 metros va gateando hacia la línea de llegada.

Cosas como el atleta, que yendo el primero y al límite de sus fuerzas ve cómo se le acerca irremisiblemente el segundo y en esos malditos 195 metros éste le rebasa y le priva de haber ganado el maratón.

Sí amigos, en el club lo sabemos muy bien, un maratón son 42 km ¡y 195 metros!. Que sí, que lo que ocurre en estos últimos viene condicionado por los anteriores, pero en esos metros de marras pueden ocurrir… muchas cosas.