Running popular.
Y triatlón, montaña, natación, etc.

El domingo 7 de abril, mientras muchos de los componentes del club disputaban la Media Donostia, teníamos a otro corredor por Viena (otro que está viviendo su segunda juventud) dispuesto a correr la maratón de esta ciudad… y vaya con el resultado que ha conseguido… ¡¡¡2h44m13s!!! Os dejamos la crónica del gran Alberto Manzanares:

Siempre ponemos peros a mucho de lo que decimos y a mucho de lo que nos pasa.

Por eso voy a escribirlo al principio del relato de mi experiencia en el Maratón de Viena.

Pero he bajado de 2h45m entrando como la canción DES PA CI TO.

Viena una cuidad llena museos, llena de palacios, llena de arte y cultura, tan llena, que todas las calles del centro histórico son parecidas.

PERO, no son como las calles de barrios dormitorios de ciudades grandes, éstas son iguales, porque todos los edificios son “Palacios”.

Por esas calles, por las orillas del Danubio y por a tomar VIENTO, nos llevan para que el reto sea 42.195metros.

La ciudad no parece estresada por el Maratón y te das cuenta por qué es.

Toda la cuidad queda presa, no hay tranvía, no hay bus, no hay forma de circular por la superficie, así que excepto por los acompañantes de los felices corredores, no hay un alma, en todos un montón de kilómetros.

MONTÓN he dicho?

Sí, MONTÓN de tramos que yo juraría que los he visto más llanos, EINFACH es llano en Alemán, suena a inflado, a suelo inflado que no ha quedado muy muy liso.

Sin conocer estos detallitos, a las 7:00am cojo el metro en Karlsplatz y me deja en menos de 20 minutos en la estación de la salida del Maratón. En las afueras, al otro lado del Danubio.

Me acerco a la línea de salida en mi grupo 1 y veo que el primer kilómetro es pasar el puente hacia la cuidad.

Los puentes para que la gravedad los atraiga hacia el centro de la tierra, los hacen llanos en Austríaco-Alemán. EINFACH “Hinchado”.

Así que a subir el repecho, pero como vamos frescos lo hacemos a la media planificada.

Entramos en la ciudad y ya empezamos a no saber si nos acercamos o si nos alejamos, de lo “conocido”. Así que a correr y disfrutar.

¿Del paisaje?

Ahhhhh!

Esta vez no le encuentro distracción a mi correr por lo “desconocido”. Así que empiezo decido utilizar mi mente en las matemáticas puras.

3:50 Joder con el puentecito.

3:38 Esto por estar hinchado y todo lo sube a veces baja.

Hasta el 13 a 3:45 de media.

Y como sopla el viento, empezamos a jugar el escondite.

Mueve tú para ponerme yo, creo que decía otra canción, PERO aquí no saben castellano y el joven que me acompaña de 190 cms de altura, dice que va justo.

Pues a tirar para adelante un servidor, esta vez no tengo parapeto para ahorrar unos pulsos.

¿Y que pasa en el 21km?

LA MADRE QUE ME PARIÓ!!!

El Austriaco grande como los palacios de los Emperadores Austro-Hungaros que dice que el tiene dorsal de media maratón y que gracias por llevale gratis.

El joven de menos de 30 que no puede ir más rápido en 21 kilómetros que un servidor.

LO MATO!

Así que ya me quedo sin compañía, tan solo que a veces creo que me llevan por camino distinto que en la primera vuelta, ya que no veo a nadie delante.

ARRIBA

ABAJO

AL CENTRO Y

PARA ADENTRO.

Sí, eso es lo que haremos en meta en el puesto de cervezas que estará muy concurrido, pero todavía queda un largo camino, en el que como no tenemos mucha distracción, no hay un alma los bordes del recorrido y la amplitud de las carreteras para uno solito,..

SOLITO?

EL VIENTO me dice no te preocupes que solo no vas, estoy yo aquí para acompañarte.

Este amigo llamado VIENTO me empieza a cansar, ya que no sé bailar el VALS que me pide.

Como esta fiesta me empieza a cansar más de la cuenta, decido que para bailar un VALS, es mejor correr elegante y centrarse en repartir el margen que llevo para bajar de 2h45m.

8 Kms que si hago a 4:00 o un poco más rápido cuando el viento no pegue de cara, llego a tiempo.

Dicho y hecho,

3:58

4:00

3:59

4:04

y así hasta llegar al 42, que veo no animaba nadie, ya que todos y todas las de la grada VIP tenían una cerveza en la mano.

Y los 195 metros me los regalo para mi.

2h44m13s

¿PERO y por qué se titula esta crónica Viena Tarta Sacher o Plátano de Asterix?

Porque en meta me dieron el plátano de Asterix en vez de dármelo en la salida.

Y la famosa tarta Sacher podían habérnosla dado de premio en meta.

Zorionak Alberto de parte de todos los integrantes del club Donostiarrak!