Running popular.
Y triatlón, montaña, natación, etc.

“Las pruebas populares han servido para que la mujer se libere y conquiste nuevos espacios”.

Así comienza el artículo de hoy de Noticias de Gipuzkoa con nuestra dorsal 1 Coro Fuentes. Gran pionera de atletismo femenino y que hoy en día sigue trabajando con la cantera de atletas Gipuzkoanos.

 

Desbordada por el gran número de homenajes a los que asiste estos días, Coro Fuentes también será el dorsal número 1 femenino en la Carrera de Primavera del 13 de marzo que patrocina NOTICIAS DE GIPUZKOA

NAIARA PUERTAS GORKA ESTRADA - Jueves, 3 de Marzo de 2016 -

DONOSTIA - “La semana pasada la Federación Española nos hizo un homenaje en el Tenis. La UPV celebrará otro el día 4, la Diputación el día 7… Es como si estuviese en un gran sueño, y me siento super satisfecha. Es de lo más bonito que podría estarme pasando”. A Coro Fuentes el torbellino de reconocimientos le ha servido para desempolvar su álbum fotográfico. Hablamos con la exatleta donostiarra para rememorar anécdotas y reflexiones sobre la situación del atletismo profesional y popular.

 

¿Qué cree que ha influido en la explosión del ‘running’ y de las carreras populares?

-El culto al cuerpo está de moda, y también se ha difundido la idea de la salud y la participación popular en el deporte. En el caso de Gipuzkoa, las carreras de cross, las carreras de invierno, tienen un gran arraigo. Sin embargo, estar federado trae consigo la idea de establecer marcas, y la gente se dio cuenta de que si no llegaba a esas marcas al menos tenía la opción de hacerlo por libre. Así que Gipuzkoa, y especialmente Donostia, empezaron a orientar el deporte en ese sentido, sobre todo gracias a la primera carrera popular importante, que fue la Behobia, en la cual la gente veía que podía participar sin tener que cumplir unas marcas, e incluso terminarla andando.

¿Cómo valora el incremento de la participación femenina? ¿Por qué se da ahora?

-No creo que sea algo de ahora. Es una tendencia que viene ya desde hace unos diez años. Para las mujeres es una forma de liberarse, de salir un rato de casa y tener su espacio. En las parejas de hoy en día, que ya comparten las tareas, es un modo de sacar un rato para ellas sabiendo que hay otra persona que se queda en casa ocupándose de las tareas y los niños… Este tipo de carreras, y aquellas que se han dirigido específicamente a la mujer (Lilaton, carreras contra el cáncer), todo ha sumado para dar un empuje por el cual la mujer ha sabido reivindicar un montón de actividades deportivas que le dan espacio propio.

La otra cara de la moneda es que el atletismo más profesionalizado no pasa por su mejor momento...

-Como ya he dicho, Gipuzkoa fue una potencia a nivel de cross, y en pista también hemos tenido años de mucha gloria. Vamos remontando poco a poco porque las escuelas de atletismo tienen muchísimos niños, pero este deporte supone un gran esfuerzo. A la hora de la verdad, la gente joven no quiere hacer tantos sacrificios: todo parece agotador y el entrenamiento resulta demasiado fuerte. Cuando empecé en esto de los entrenamientos, hace 22 años, los equipos eran mucho más serios; pero hay que hacer la preparación con el objetivo de que se vaya asumiendo cierta capacidad de trabajo. Normalmente el buen atleta es también buen estudiante. Cuando se va a conseguir marcas, el entrenamiento es muy sacrificado. Por eso la gente va más al popular, con una idea de divertimento. En el profesional, para conseguir pequeñas mejoras, el entrenamiento tiene que ser muy adecuado y conlleva bastante sufrimiento. Es una idea que a menudo no se entiende.

¿Qué carreras o entrenamientos recomienda para empezar?

-A mis atletas siempre les indico que el cuerpo manda unas señales. El esquema de mis entrenamientos se nutre de las sensaciones. Alguien que está empezando no puede hacer carreras de 45 minutos. Los principios tienen que ser muy suaves, casi andando, con unos trotes... Nada agresivos, y sobre todo, tratando de que el cansancio no sobrepase a las sensaciones. Normalmente la gente que empieza no sabe respirar con el estómago, se va asfixiando y corre con una capacidad de oxígeno mínima, justo en la garganta; lo que provoca, aparte de los sustos, dolores musculares específicos. En cuanto se note ese cansancio hay que parar, quizá se puede andar un poco y volver a retomarlo, pero siempre en progresivo.

En casos específicos como la Behobia de este año, esto no se capta porque lo que manda es el deseo de llegar a la meta. Mucha gente que acabó en la residencia estaba recibiendo señales de agotamiento desde antes del alto de Miracruz.

¿Cuáles son sus planes de futuro en el mundo del atletismo?

-Llevo 22 años entrenando en la Gimnástica de Ulía, el club más antiguo de España. Creo que es un honor defender esta cantera. Cuando cogí la escuela estaba configurada como un club de base. Fui la primera que montó en Donostia la escuela de atletismo, y aparte de ser filial del Atlético San Sebastián, ha ocurrido algo que no tenía previsto: que atletas que llevaban catorce o quince años conmigo, al contrario de lo que yo esperaba, no lo han dejado. Así que aparte de la escuela, también cuento con un grupo grande de federados en todo tipo de categorías.

Mamo Wolde -primer atleta extranjero que compitió en el cross Muguerza de Elgoibar- corrió una de las ediciones usando sus zapatillas. ¿Cómo ocurrió aquello?

-En aquella época Mamo Wolde había hecho poco cross en Europa. Era la edición de 1967, y después de ganar mi prueba, por megafonía preguntaron quién tenía unas zapatillas que pudieran servirle...

Le tengo que preguntar entonces qué talla de pie tiene...

-Sí, él era muy alto y delgadito pero tenía un 37 de pie. Claro, el cross estaba lleno de barro y tuvieron que esperarme. Me las quité y se las puso él. Esas zapatillas estuvieron mucho tiempo en la Federación como emblema: Mamo Wolde había corrido con las zapatillas de Coro Fuentes y los dos habíamos ganado nuestras respectivas categorías.

¿Qué le supone este reconocimiento por parte de Donostiarrak?

- La vorágine de los premios se queda en los recortes de los periódicos. Nunca me ha gustado alardear de todo esto, pero este año con los homenajes no me ha quedado más remedio que tirar de hemeroteca. Después de tantos años haciendo esta labor, la verdad es que he sido muy feliz. Lo primordial para mí era enseñar a mis atletas, que estuvieran a gusto y formar una familia grande como la que hemos conseguido. Siempre comento a los padres que yo formo a personas, y después, si salen buenos atletas, todos encantados.