Running popular.
Y triatlón, montaña, natación, etc.

Todo empezó el viernes 11 a las 7:30 am para saltar de Donostia a Madrid y de Madrid a Chicago.

En un par de saltos nos reciben en inmigración del aeropuerto O´Hare con la primera pregunta en inglés fácil de entender:

Pregunta:

Which is the motive you are coming to USA?

Respuesta (en perfecto inglés de principiante):

To run the marathon.

Sello al canto en pasaporte y a por un Uber, que después de preguntar cuantos kilómetros son el maratón, le explicamos que siempre son 42,195Kms, aun a alguno se le hace más largo, le firmamos autógrafos en su licencia de taxi porque le decimos que vamos a ganar el maratón.

Sin pausa el mejor "hacedor" de puzzles Juancar, nos empieza a enseñar las fichas a poner:

1-Checking.

2-Bus a la feria a la vuelta de la esquina.

3-Recoger dorsales.

Y a cenar. ¿Dónde? Pizzeria UNO lleno, DUE más lleno, ¿a que nos quedamos sin cenar?

Como Emy Winehouse cantaba No, No, No. Entramos en un restaurante que se llamaba algo de chicken y ante el negocio que ve con 10 bocas hambrientas, nos cuela delante de unos cuantos.

Reparto de camas para dormir en pecado y el abogado y algún afortunado, duerme a pierna suelta, mientras Patxi-Luismi, Juanjo-Juancar duermen en postura abrazo de oso.

El Jet-lag nos dice que mejor salir a sacar fotos corriendo un poquito, antes de recorrer Chicago en barco y conocer el puding de edificios y nombres que rodean el río que recorre el Downtown.

Joder, Joder, que frío hace 2 graditos y alguno menos.

¿A que nos acatarramos y mañana todos en la cama?

Comer, compra del desayuno pre-maratón y a reposar las piernas al hotel.

Alguno tuvimos que tomar fortasec ya que el frío o algo parecía que quería complicar el futuro.

Cena reservada en italiano Magiano ya conocido de Boston, para comer pasta, pasta y pasta.

Directos a la cama a seguir compartiendo "cariño" las parejas de "hecho" declaradas y descansar que mañana toca pasear rápido por Chicago.

El hotel organizado por Juancar casi está vista de balcón de la línea de salida, así que desayuno y como si fuéramos a correr la San Silvestre andando a la línea de salida, con ropa, manguitos y guantes que hace un fresco perfecto para volar.

Himno americano

Bang!

En modo Behobia, poco a poco por corrales, salen todas las fieras en estampida.

El día es casi inmejorable, no viento hasta las 10:30 am dicen, aunque algo antes llegó.

Todos corremos como sabemos y bien que corremos, Patxi pensando en no llegar tarde a comer, aguanta el ritmo de Luismi acompañando a Mariaje hasta que se encuentran con una china, si, sí, una china con Ikurriñas al viento.

No pueden resistir pararse, tomar una de las ikurriñas de la china y finalmente todos llegamos "sobrados" a meta, felices y con un Major más en nuestro expediente.

Con los deberes hechos, ya tenemos barra libre para conocer a Kennedy, que descubrimos que no es ni blanco, ni hombre, sino la camarera que nos da de comer y nos rellena las cervezas.

Pasear para regenerar, cenar para hidratar y a seguir pecando en las camas compartida.

Nos pasamos al triathlon y recorremos Chicago en bici, parando para comer, beber, comer, beber y beber.

Sin querer nos "colamos" de cinco en cinco en el local llamado House of Blues, para conocer Connie, la camarera más dicharachera de barrio Sesamo.

Solo nos falta subir al escenario y tocar un Blues.

Ya va llegando el final de la aventura, pero nos queda hacer 32 kms pateando Chinatown, Little Italy y buscando Suero Oral para el más joven de la expedición, Urtzi el hijo de Mariaje, que le sentó mal algo. Gracias a nuestro dominio de los idiomas en Chinatown nos recomendó un Chino el equivalente a lo solicitado por Mariaje. Urtzi fue mejorando y Mariaje se pudo unir al equipo que no se quería volver si probar las Pizzas Chicago Style en la Pizzeria DUE.

Como no podía ser de otra manera, conocimos al camarero Sergio, Barba Negra, colombiano de nacimiento, pero amante de Mocedades.

Así que terminamos la cena y nuestra aventura cantando en Chicago la canción:

Eres tú como el agua de mi fuente

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el fuego de mi hoguera

Eres tú el trigo de mi pan

 

Como mi poema eres tú, eres tú

Como una guitarra en la noche

Todo mi horizonte eres tú, eres tú

Así, así eres tú

 

Eres tú como el agua de mi fuente

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el fuego de mi hoguera

Eres tú el fuego de mi hogar

Eres tú como el agua de mi fuente

 

Un viaje, un maratón, una cuidad, un equipo único.

Recordamos nuevamente los tiempos en meta:

Alberto Manzanares 2h 42m

JuanCar Arregui 3h 00m

Juantxo Landaberea 3h 13m

Juanjo Gibaja 3h 38m

Soroa 3h 44m

Patxi 4h 01m

Luismi 4h 01m

Mariaje 4h 02m

 

¡Enhorabuena a todos de parte de la familia Donostiarrak!