El pasado 24 de abril, al menos siete Donostiarrak se reunieron en la Maratón de Madrid: Idoia Esnaola, Eva Esnaola, Iñigo Gonzalez Ayerbe, Alazne Mujika, Fidel Pérez, Mario San Miguel y Fernando Santos. Aunque no tenemos evidencia gráfica de Fernando, tuvimos ocasión de saludarnos y desearnos justicia unos minutos antes de la salida.
Como muchos sabéis, el circuito de Madrid es duro y exigente por su sube-baja continuo y un "sube-sube" en los últimos kilómetros donde hay que apretar dientes y demostrar toda la raza maratoniana que llevamos los Donostiarrak.
En las líneas que siguen recogemos palabras de algunos de los que sufrieron y disfrutaron de esta maratón que, a pesar de la dureza, todos coinciden en recomendarla.
Mario San Miguel
“Desde mi punto de vista, creo que es una maratón físicamente muy exigente, complicado poder mantener un ritmo relativamente cómodo por los continuos desniveles que te encuentras tanto subiendo como bajando. Bajando se puede recortar aumentando el ritmo, pero termina pasando factura muscularmente.
Yo personalmente creo que acusé esto porque a partir del kilómetro 25 empecé a tener algunos calambres que me obligaron a parar y bajar el ritmo. Desde el km 28 hasta el 38-39 me encontré genial y disfruté de la parte más bonita de la carrera a mi parecer.
A partir de aquí te vuelves a encontrar con la parte final y más dura de la carrera. 3-4 kilómetros en subida que se me hacen muy largos ya que vuelven a aparecer los temidos calambres…sabes que estás a solo escasos minutos de cruzar la meta y eso emociona. Ambiente espectacular en todo el recorrido.
Esta es mi sexta maratón, la quinta que consigo terminar y me sigue emocionando, así que volveremos a correr en Madrid y volveremos a correr más maratones.”
Iñigo González Ayerbe
“Después de dos años sin poder correr ninguna maratón, primero por la pandemia y después por ambas lesiones, el fin de semana anterior pude correr una maratón, la de Madrid! No era circuito para hacer marca (ya lo había hecho el 2017) y aunque iba muy fino, mi idea era disfrutar y terminar y no hacer marca. Salí con la liebre de 3h pero iba más rápido que el ritmo que le correspondía (me han dicho que en Madrid sale muy fuerte y después va regulando los últimos km que pican para arriba) y decidí dejarle e ir a mí ritmo, todo iba muy bien hasta el km 29-30 cuando empecé a notar molestias en la zona lumbar y glútea y tuve que parar, los siguientes 12km los hice andando y trotando a un ritmo bastante más lento que el mío pero esto es un maratón, finalmente llegué a meta con un tiempo de 3:09:03.”
Fidel Pérez
“Todos los que hemos preparado alguna maratón sabemos que esta prueba es un camino de 3-4 meses (12-16 semanas) que tienen su punto culminante en el día D. El resultado el día del maratón depende de multitud de factores, muchos de ellos escapan a nuestro control (clima, viento…), por ello una lección a transmitir a aquellos que os estéis planteando por primera vez enfrentaros a este reto, es que disfrutéis lo máximo posible del camino que te lleva hasta la línea de salida y, una vez allí, controlar lo que esté en nuestra mano y adaptarnos a aquello que no podemos manejar, con el objetivo principal de disfrutar al máximo de la prueba.
En mi caso, esta maratón tiene algo de historia, ya que me había inscrito y preparado para la edición 2020. Me encontraba en una fase avanzada de la preparación y llegó el COVID19, la suspensión de pruebas… y ya conocéis el resto de la historia pandémica.
Tras las cancelaciones y demás, parecía que la prueba se iba a celebrar en fechas habituales, abril 2022, así que allá vamos a por esa maratón que teníamos, como otras tantas en el tintero, pero ésta con varias cuentas emocionales pendientes.
Como decía antes, lo mejor del maratón es el proceso de preparación, un camino largo en el que tienen cabida todo tipo de momentos, sensaciones, estados de forma. En mi opinión, éste es un camino que se debe disfrutar al máximo, en el que el resultado el día de la maratón solo es la guinda del pastel.
En esta preparación de Maratón de Madrid, un grupo de compañeros del Donostiarrak que inicialmente no tenían por objetivo ninguna prueba concreta, me ayudan en la preparación. Lo hacen por puro placer, afición, compañerismo, sin importar madrugones, frío, viento, lluvia. Nos convertimos en un grupo que nos apoyamos en esos días de series a las 6:00 am -con la certeza de que sólo no hubieras logrado completar el entrenamiento-, en esas tiradas largas de fin de semana en las que ir hasta Correos sólo sería en sí mismo un auténtico muro. Por eso, para mí, este maratón no lo he corrido sólo, conmigo estaban con dorsal Iñigo y Mario, pero también me han acompañado Gari, Ignacio, Jon Ganzarain (¡menudo fichaje!), Mikel Artola, Mikel Usandi y Santi. Lo hemos sufrido juntos, lo hemos disfrutado juntos.
Un auténtico placer compartir el camino con vosotros.
ESKERRIK ASKO EKIPO!!!
De la prueba no voy a decir mucho más, mis compañeros ya lo han relatado fielmente arriba. Una maratón dura por la orografía, que te deja poco respiro y con una parte final en este recorrido actual que es mortal, todo subida prácticamente del 36,5 a 42,195. Pero es un maratón para correr al menos una vez, la organización (señalización, avituallamientos…) de 10, el ambiente en la carrera muy bueno, con música en muchas partes del recorrido, mucha gente incluso en las zonas en principio más alejadas como Casa de Campo, pero es que la ciudad es preciosa y a poco que el tiempo acompañe es un auténtico placer sentir que tienes ese auténtico mastodonte de ciudad sólo para ti.”
Alazne Mujika
“Poco más que añadir a los testimonios de Mario, Iñigo y Fidel: solo un dato y una pregunta. El dato: Eva Esnaola alcanzó su maratón número 50 con carácter oficial. Hemos perdido la cuenta del número de maratones de Idoia Esnaola. Ciento y... Y, la pregunta: ¿Cómo se consigue “coger zancada y disfrutar” en el kilómetro 37, cuesta arriba y destrozada muscularmente tras el “sube-baja” del circuito? Efectivamente, es la frase que Eva me repetía. Parecía que los kilómetros no habían hecho mella en ella. Tras una lesión que me ha tenido parada un mes entero, llegar a meta ha sido posible, en gran parte, por todos sus ánimos.”
Como bien sabemos en el Club, correr no es un deporte individual. Los testimonios así lo reflejan una vez más.
