El pasado domingo, 29 de septiembre, en la capital alemana se celebraba una de las majors del calendario maratoniano: la Maratón de Berlín.
Para muchos la noticia era que Bekele se quedó a 2 segundos del récord del mundo en la distancia de 42 kilómetros y 195 metros… Pero los socios de Donostiarrak teníamos puesta la mirada en dos de nuestros compañeros que se desplazaron allí con objetivos muy bonitos: Alazne y Fidel. Un mismo recorrido para ambos, pero qué vivencia tan diferente y contrapuesta.
Compartimos con todos vosotros la crónica que nos ha pasado Alazne:
Berlín ha sido el vivo ejemplo de lo que es la distancia de la maratón: grandioso (así lo ha sido para Fidel) y un infierno (para Alazne).
¡Qué lección de humildad! Esto lo digo yo, Alazne. Mareas y mareas de personas que te pasan, cuando ves, impotente, que no puedes seguirles. Han sido tres semanas de mucha incertidumbre, con la 'pata izquierda' con actitudes pre-adolescentes, quejándose por todo y buscando los límites de nuestra relación. No ha podido ser. Se ha completado la distancia y se ha sufrido como nunca. De estas maratones también se aprende. Ahora ya estamos en marcha para recuperarnos y volver a liarla en otra ocasión.
De Fidel, qué os voy a contar. Espectacular. Carrera perfecta, que ha sido la guinda de un entrenamiento perfecto. Ha salido con una confianza enorme, ha sabido leer la carrera como nadie, la ha disfrutado como nunca, solo empañada con la preocupación de qué podía haberme pasado a mí.
En fin, una experiencia increíble, una carrera con una organización espectacular, un ambiente extraordinario durante todo el recorrido, con una ciudad volcada con su maratón. Y, por supuesto, una ciudad que hay que visitar sí o sí.
¡Enhorabuena pareja de parte de la familia Donostiarrak!